Algunas tareas administrativas pueden requerir el cierre de un nodo. Por ejemplo, es posible que sea necesario realizar el mantenimiento o una evaluación del rendimiento en un equipo. Además, tal vez necesite apagar y reiniciar un nodo para que se apliquen ciertos cambios en la configuración. Por ejemplo, si cambia el directorio compartido para el Administrador de registros o el dominio, debe cerrar el nodo y volver a iniciarlo para que se actualicen los archivos de configuración.
Puede cerrar un nodo desde la Herramienta del administrador o desde el sistema operativo. Al cerrar un nodo, se detienen los servicios de Informatica y se anulan todos los procesos de servicio de aplicación y los cálculos en ejecución en el nodo.
Para reiniciar un nodo, inicie los servicios de Informatica en el nodo.
Para evitar la pérdida de datos o de metadatos al cerrar un nodo, deshabilite todos los procesos de servicio de aplicación que se estén ejecutando en modo completo.